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Partido Humanista. España

Manifiesto Humanista

Los humanistas reconocemos a España como heredara del aporte de múltiples pueblos y culturas. Hoy, como en el pasado, España es una realidad diversa a la que se suman nuevas gentes de todos los rincones del planeta.

España ha vivido etapas de complementación y consiguiente mezcla de pueblos y culturas. Estos han sido sus momentos más creativos, en los que se ha hecho los mayores aportes al proceso general. Y, a la inversa, momentos de aislamiento donde el oscurantismo, la intolerancia y la parálisis económica y social se han apoderado de su “alma”

Momentos elevados y momentos de caída, y después reconstrucciones, donde hemos aprendido a darnos la mano y dársela a otros.

Hoy, en la alborada de un nuevo mundo, el Sí de los pueblos de España apuesta por un proyecto alejado tanto de las tentaciones uniformes y centralistas, como de los intereses mezquinos y egoístas.

El Sí de los pueblos de España reconoce la diferencia entre las culturas que forman el mosaico español y comparte un sentimiento y una aspiración: ser una comunidad de propósitos, de anhelos, de grandes utilidades. Este proyecto deberá ser querido y libremente elegido por todos: esto nos dará fuerza y cohesión.

El Sí de los pueblos de España se abre a una Europa grande, diversa, a una Europa de los pueblos y de las culturas, que aprende de errores y aciertos del pasado, y camina ligera hacia La Nación Humana Universal.

El No de las tendencias uniformes busca aplanar la vida humana arrancando o falseando el pasado, la cultura y la historia de los pueblos.

El No de los intereses mezquinos quiere sojuzgar de nuevo, todo lo amplio y diverso, reduciendo nuestro espacio común a un lugar cerrado, en donde el estúpido y cruel materialismo asfixia el vuelo del espíritu humano.

El No apuesta por el poder hegemónico en manos de unos pocos.

El Si apuesta por un progreso social que sólo será verdadero si es de todos y para todos.

¿Será capaz España, en esta encrucijada, de sacar lo mejor de sí misma? ¿Será capaz de aprender de nuevo? ¿De unir voluntades y esfuerzos y hacer su aporte al nuevo proceso humano que esta naciendo?

Preguntémonos hoy: ¿Qué somos? ¿Qué es España?
No somos la España de los mercaderes neoliberales.
No somos un pueblo frío y pasivo aspirante a lacayos del imperio.
No somos una máquina perfecta.
No somos una realidad uniforme, plana y domesticada.
No somos nuestros dirigentes.

Somos un conjunto de pueblos, que hastiados de guerras fratricidas, hemos decidido caminar juntos.

Somos la herencia de culturas milenarias.

Somos el pasado, pero también el futuro.

Somos ese pulso humanista que hunde sus raíces en el ayer, y hoy pugna renovadamente por expresarse en el mundo.

Hoy, ante este futuro vibrante que se nos abre en dos caminos, expresamos un compromiso y una aspiración.

Un compromiso con el repudio de toda forma de violencia, física, económica, racial, religiosa, moral y psicológica. Y el rechazo a toda forma cultural que vacíe al ser humano de su esencia y lo convierta en mero objeto.

Y una aspiración que nos encamina hacia la Nación Humana Universal que esta naciendo desde la construcción de Europa y otras regiones del Planeta.

Nos rebelamos ante la tiranía de este sistema deshumanizante, que más allá de la fantasmagoría triunfal de unos pocos, deja a millones de personas en la miseria social, económica y espiritual.

Nos disponemos a construir una nueva civilización humana, basada en el principio moral de: “Tratar a los demás como quieres que te traten a ti”.

Nos comprometemos hoy, tú y yo, nosotros, a llevar y expresar estas ideas a otros.

Estas ideas, estas palabras, que son también un sentimiento. Un sentimiento que viene desde lo profundo y una sensibilidad que grita fuerte y rotundamente: Sí a una España humanista, abierta a las personas, a las culturas, al futuro.

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