La Internacional Humanista sobre Costa de Marfil
Al secretario general y al consejo de seguridad de las Naciones Unidas
A los gobiernos de Francia y de Costa de Marfil
A las Regionales Humanistas de Latinoamérica, Europa y África
A los medios de difusión
Declaración de la Internacional Humanista frente
al conflicto en Costa de Marfil
Ante el agravamiento del conflicto suscitado entre el gobierno de Costa de Marfil y grupos rebeldes, y la inoportuna y desproporcionada acción de las fuerzas francesas, que han desvirtuado groseramente la misión encomendada por la ONU, la Internacional Humanista denuncia que el accionar de Francia a través de sus tropas ha contribuido a agravar la situación en el país, poniendo en riesgo la vigencia del régimen actual.
Además, la Internacional Humanista denuncia que muchos medios de comunicación internacionales, al difundir informaciones parciales basadas en el punto de vista del gobierno francés silenciando los puntos de vista de Costa de Marfil, están bajo sospecha de defender el paternalismo francés.
La improcedencia de la brutal represalia de Francia, basada en hechos que, en todo caso, se corresponden con los riesgos propios de la misión que tenían asignadas las fuerzas francesas, implica una flagrante violación a la misión que le fuera encomendada por Naciones Unidas, lo que debería dar lugar a una sanción por parte del organismo internacional y el reemplazo de las tropas francesas por tropas de otros países.
La Internacional Humanista destaca la ejemplar respuesta del pueblo marfileño, que se movilizó y manifestó de modo no violento, no obstante la violencia de las acciones lanzadas por las fuerzas de intervención.
La Internacional Humanista rechaza expresamente toda acción que implique violación al principio de autodeterminación del pueblo marfileño, el cual tiene mecanismos legales para llevar adelante todo recambio en sus estructuras de gobierno.
En tal sentido la Internacional Humanista considera que la ONU debería intervenir al solo efecto de garantizar la integridad territorial del país y la paz, preparando condiciones para la necesaria reconciliación. Es decir, deberá cumplir con la misión tal cual fue establecida oportunamente, solo que las fuerzas de paz no deberán pertenecer a países que tengan intereses en juego en Costa de Marfil como es el caso de Francia.
Tal intervención implicará el ejercicio de un riguroso control de las fronteras marfileñas, para evitar el ingreso ilegal de armas destinadas a las tropas rebeldes, aspecto que ha sido descuidado por la misión ejercida por las tropas francesas.
Como un camino para la pacificación en el país, la actuación de la ONU deberá orientarse a velar por la continuidad del gobierno actual elegido, hasta la celebración de las próximas elecciones del 2005, en las que se garantizará la libre participación de todos los sectores, grupos y etnias en el proceso electoral , cuya transparencia deberá supervisar el organismo internacional.
A los gobiernos de Francia y de Costa de Marfil
A las Regionales Humanistas de Latinoamérica, Europa y África
A los medios de difusión
Declaración de la Internacional Humanista frente
al conflicto en Costa de Marfil
Ante el agravamiento del conflicto suscitado entre el gobierno de Costa de Marfil y grupos rebeldes, y la inoportuna y desproporcionada acción de las fuerzas francesas, que han desvirtuado groseramente la misión encomendada por la ONU, la Internacional Humanista denuncia que el accionar de Francia a través de sus tropas ha contribuido a agravar la situación en el país, poniendo en riesgo la vigencia del régimen actual.
Además, la Internacional Humanista denuncia que muchos medios de comunicación internacionales, al difundir informaciones parciales basadas en el punto de vista del gobierno francés silenciando los puntos de vista de Costa de Marfil, están bajo sospecha de defender el paternalismo francés.
La improcedencia de la brutal represalia de Francia, basada en hechos que, en todo caso, se corresponden con los riesgos propios de la misión que tenían asignadas las fuerzas francesas, implica una flagrante violación a la misión que le fuera encomendada por Naciones Unidas, lo que debería dar lugar a una sanción por parte del organismo internacional y el reemplazo de las tropas francesas por tropas de otros países.
La Internacional Humanista destaca la ejemplar respuesta del pueblo marfileño, que se movilizó y manifestó de modo no violento, no obstante la violencia de las acciones lanzadas por las fuerzas de intervención.
La Internacional Humanista rechaza expresamente toda acción que implique violación al principio de autodeterminación del pueblo marfileño, el cual tiene mecanismos legales para llevar adelante todo recambio en sus estructuras de gobierno.
En tal sentido la Internacional Humanista considera que la ONU debería intervenir al solo efecto de garantizar la integridad territorial del país y la paz, preparando condiciones para la necesaria reconciliación. Es decir, deberá cumplir con la misión tal cual fue establecida oportunamente, solo que las fuerzas de paz no deberán pertenecer a países que tengan intereses en juego en Costa de Marfil como es el caso de Francia.
Tal intervención implicará el ejercicio de un riguroso control de las fronteras marfileñas, para evitar el ingreso ilegal de armas destinadas a las tropas rebeldes, aspecto que ha sido descuidado por la misión ejercida por las tropas francesas.
Como un camino para la pacificación en el país, la actuación de la ONU deberá orientarse a velar por la continuidad del gobierno actual elegido, hasta la celebración de las próximas elecciones del 2005, en las que se garantizará la libre participación de todos los sectores, grupos y etnias en el proceso electoral , cuya transparencia deberá supervisar el organismo internacional.
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