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Partido Humanista. España

Inmigración

Inmigración en España

Un reglamento inepto para una ley ciega

El borrador del reglamento para la aplicación de la Ley de Extranjería que se está discutiendo en estos días en España, sigue en la misma línea de las anteriores políticas de inmigración al eludir el fondo de la cuestión: la pobreza y la injusticia que dan origen al fenómeno de la inmigración.

Por otra parte, algunos puntos llaman la atención y focalizan el debate sobre este reglamento. Puntos tales como:

La legalización del inmigrante queda en manos del empresario, ya que éste debe presentar a las autoridades un contrato de trabajo de un año. De este modo sólo podrán regularizarse aquellos que estén trabajando y además en una situación de sumisión total ante el empresario que les concede este “privilegio”

Aparte de otros aspectos que comentaremos en otro momento, llama la atención también la posibilidad de “obtener papeles” para aquel inmigrante que delate a quien le ha dado trabajo de forma ilegal.

Así pues, se discute hoy en España sobre un reglamento antihumanista que además de distraer de los puntos clave del problema, generará tensión y violencia en la base social al predisponer en contra al inmigrante (al que se convierte en delator en potencia) y al empresario (al que se convierte en juez con poder sobre el futuro del inmigrante).

Desde el punto de vista humanista, no puede disociarse el debate sobre los conflictos asociados a la inmigración de las causas a las que tal inmigración obedece. Una política coherente sobre inmigración comenzará con el compromiso y la militancia internacional contra la pobreza, la injusticia y la desigualdad y se continuará en políticas internas que hagan efectiva la democracia real con iguales derechos e iguales oportunidades para todos.

Fórmulas del gobierno para regularizar a los inmigrantes

El gobierno ha anunciado por medio del funcionario Jesús Caldera, ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, las fórmulas para legalizar la situación de “inmigrantes irregulares”, término con el que se define a cientos de miles de seres humanos condenados a la explotación y a la marginalidad gracias a la actual ley de extranjería.

Una de las fórmulas es la denuncia por parte del trabajador al empresario que lo ha “contratado” de forma irregular. Luego de la denuncia el empresario tendrá que pagar la seguridad social y los derechos laborales adeudados al empleado y garantizarle un contrato de al menos un año más. Es fácil imaginar el ambiente de trabajo que vivirá durante ese año quien denuncie. El inmigrante en esa situación laboral deberá además acreditar un año como mínimo de trabajo en circunstancias de ilegalidad cuando la mayoría de los trabajos realizados no llegan a un mes y a veces a pocos días. Esto sucede en la construcción, agricultura, servicio doméstico, industria, etc.

Una fórmula que nace inoperante y que de ningún modo resuelve el tema de la explotación laboral.

La otra consiste en el arraigo de al menos tres años, lazos familiares y laborales acreditados por los Servicios Sociales de los Ayuntamientos. ¿Cuántos inmigrantes en situación de irregularidad podrán contar con esa acreditación de los Ayuntamientos? Muy pocos, para los Ayuntamientos estas personas en esa situación no existen, no forman parte de sus planes sociales. Distinto sería si estas acreditaciones las dieran por ejemplo algunas ONG que atienden a muchos “inmigrantes irregulares”.

Nada nuevo se anuncia, sólo palabras diferentes, la situación de las personas seguirá igual o peor, un empresario ya no “contratarᔠsabiendo que le pueden denunciar y que tendrá que pagar lo que se “ahorró” más una multa y además garantizar un contrato de al menos un año. ¿Cuántos mafiosos aparecerán para aprovechar esta situación? Probablemente muchos, ya sabemos que actualmente se negocia con contratos falsos de falsas empresas.

Estas medidas anunciadas nos parecen más de lo mismo. No hay voluntad de resolver el tema, de integrar, de regularizar. Sólo hay la voluntad de recaudar dinero, las personas no importan, seguirán siendo explotadas y condenadas a la marginalidad.

El Partido Humanista propone desde hace ya tiempo la inmediata regularización de todos los inmigrantes que viven en España y el reconocimiento de la igualdad de derechos para, por ejemplo, votar y ser elegido en las diferentes elecciones que se realizan en el país. No es posible continuar con esta forma de esclavitud y explotación a la que se somete a cientos de miles de seres humanos que buscan un presente y un futuro algo mejor que el que tenían en sus países.

Nos parece que esta es la única fórmula válida para resolver este tema y permitir que se expresen los derechos y la dignidad humana.

Regularización para Inmigrantes

El gobierno ha anunciado la posibilidad de regularización para los inmigrantes que sin tener permisos de trabajo y residencia puedan demostrar estar trabajando y tener algún tiempo mínimo de permanencia en el país.

Nos parece una buena noticia, pero incompleta, más nos habría gustado la regularización sin condiciones para todos los inmigrantes que viven en España. Pero consideramos que esta medida es un paso adelante para resolver la situación de cientos de miles de personas condenadas a la ilegalidad y a la marginalidad por leyes represivas aprobadas durante los gobiernos del Partido Popular, por no hablar del caos administrativo en que la desidia de esos gobiernos sumieron a las reparticiones públicas encargadas de la tramitación de los permisos de trabajo y residencia.

El Partido Humanista viene proponiendo desde hace tiempo en sus programas electorales municipales, autonómicos y europeos la inmediata regularización de todos los inmigrantes y la igualdad de derechos para entre otras cosas poder elegir y ser elegidos en las diversas elecciones.

Partido Humanista de Valencia
phvalencia@partidohumanista.org

Propuestas sobre Inmigración

En la Declaración Universal de los Derechos Humanos (suscrita por España) se dice: “Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país” (artículo 13.2) y también “En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, y a disfrutar de él, en cualquier país” (artículo 14.2). Amparándonos en esta declaración y en nuestra afirmación de que el máximo valor es el ser humano, desde el Partido Humanista defendemos que toda persona residente en España, provenga de donde provenga, debe tener los mismos derechos y las mismas oportunidades que los nacionales.

Entendemos que la actual situación mundial, que condena a muchas personas a abandonar su país por causas económicas (lo que nosotros interpretamos como una forma de violencia y, por tanto, de “persecución” tal cual se recoge en la Declaración Universal de los Derechos Humanos), sólo podrá ser modificada desde la generosidad y la solidaridad de aquellos estados receptores de los inmigrantes. Por eso desde el Partido Humanista proponemos las siguientes medidas respecto a la inmigración:

· Regularización de todos los inmigrantes residentes en España

Derecho a elegir y ser elegido en cualquier convocatoria electoral celebrada en territorio español.
Acogida de todos los inmigrantes que lleguen a nuestro país, facilitando su participación en la sociedad.
Programas destinados a facilitar la convivencia entre los vecinos, mostrando la riqueza de la diversidad de culturas.
Trabajo en conjunto con los responsables de política exterior para elaborar programas de cooperación económica y tecnológica con los países de origen de los inmigrantes llegados a España.